Hace ya bastantes años, cómo pasa el tiempo, mientras acababa la carrera, trabajé los fines de semana y el verano en el Restaurante Masia de la Platja de Calafell Playa, calle Vilamar, 67. La Masia es uno de los mejores restaurantes de la población (hasta de la provincia, diría). La cocina esmerada de pescado y el trato amable y atento de Julià Guasch y de su esposa Carme lo convierten en cita imprescindible para aquel que visite o establezca su residencia en Calafell.
Tengo un recuerdo, entre anecdótico y aleccionador, vinculado a mi experiencia del todo enriquecedora en La Masia. Un domingo de agosto vino a comer con su esposa y unos amigos el gran escritor barcelonés Juan Marsé; el cual tiene casa en Calafell. Marsé es uno de mis escritores de cabecera y me alegró mucho tenerlo tan cerca. Sin embargo, la cosa se complicó. El restaurante estaba lleno a rebosar y la cocina colapsada. Cuando Marsé llevaba una hora esperando la comida, Julià me dijo que le fuera a pedir disculpas por el retraso y que le dijera que, aunque tarde, comería de maravillas. Me acerqué a la mesa y dije algo así:
-Disculpin, sé que estem trigant una mica...
-Una mica bastant -contestó muy enfadado Marsé.
-Sóc un gran admirador de la seva obra-dije yo con determinción.
-¡Home, moltes gràcies!-soltó un sorprendido Marsé ante un camarero al parecer lector suyo.
Iniciamos una conversación en la que él, como buen escritor, aprovechó para preguntar y observar. Creo que el golpe de efecto le hizo pasar el enfado, aunque no el hambre. Esperó pacientemente, comió bien y se marchó saludándome afectuosamente.
*Aprendizaje del vendedor:
1.-debemos contarle al cliente la verdad.
2.-ganarnos su confianza con empatía, amabilidad, inteligencia y algún golpe de efecto.
3.-a todos nos gusta que hablen bien de nosotros y que reconozcan nuestro trabajo.
En fin, si no lo han hecho, lean a Marsé y coman en Masia de la Platja.
Muy buen post y muy buena conclusión, yo también soy de los que piensan que la transparencia con los clientes es un valor añadido que debemos ofrecer. Gracias por la lectura recomendada y si paso por Calafell no dejaré de pasar por la Masia.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias a tí Rafael.
ResponderEliminarDe Marsé es recomendable la práctica totalidad de su obra; puedes empezar con la novela breve "Ronda del Guinardó" o con la conocida "Últimas tardes con Teresa" y llegar hasta las imprescindibles "El embrujo de Shanghai" o "Rabos de lagartija". No pueden faltar tampoco "Un día volveré" y "Si te dicen que caí". De la Masia es recomendable la práctica totalidad de su carta; recomiendo el arroz de bogavante y los guisos de pescado. El plato típico de Calafell es el arrossejat.
Saludos.
Hola Sergi.
ResponderEliminarVa, mullem-nos una mica.
¿Perquè ningú parla del mal estat en què es presenten els edificis en obres. Principalment en indrets del poble i la platja amb molta afluència de visitants?. No volem donar un aspecte de qualitat?
¿Perquè, als volts de Sant Joan, comencen unes obres que deixen mig barri paralitzat? I, en les obres que s'eternitzen, no es fan unes tanques adïents i unes proteccions més fermes i no les destartalades xarxes verdes?
En fí, em sembla que és predicar en el desert.
Salut!!
J. Mèlich
Hola Melich,
ResponderEliminarCertament l'aspecte de les obres en construcció és, a banda d'antiestètic, poc segur. Ara bé, no sabria dir-te si l'Ajuntament pot fer alguna cosa al respecte.
En quan a les obres públiques inacabades just quan s'inicia la campanya d'estiu, crec que forma part de la "idiosincrasia" (aquest palabro no sé si està ben dit) del pais. Tot ho fem depresa i corrent i a l'últim moment.
A reveure.