Efectivamente fui a Barcelona con Ernest Soler, compañero -bueno, jefe- de ImmoBan y con el colega de Fila Inmobiliaria Dani Lara para firmar la escritura de una venta que hemos hecho en colaboración y aprovechamos para pasar la tarde en el Salón Inmobiliario Barcelona Meeting Point y ver cómo andan los ánimos de eso que un día fue "La feria de las vanidades". BMP estaba, como ya había imaginado, bastante desangelado. El sector anda alicaído y se nota en el poco número de expositores y en el tamaño de los mismos. Pronto no cabrá ni una aguja porque cada vez son más pequeños. Pero, en fin, lo de antes no era normal. Ese gasto tremendo para figurar y ver quién la tenía más grande. La crisis es una auténtica desgracia que afecta a empresas y familias. Sin embargo, considero que hacía falta un poco de humildad.
Sarcasmos aparte (pido disculpas) porque, al fin y al cabo, soy parte implicada, el día pasado en Barcelona fue del todo interesante y productivo. Firmamos una venta -¡olé!- y charlamos ampliamente con Dani sobre la creación de una MLS en Calafell. En BMP tuve ocasión de saludar a viejos conocidos con los que hemos mantenido relaciones comerciales (en concreto, saludé a la gente de Iberdrola Inmobiliaria, grandes profesionales, de Altamira Santander Real State, con los cuales trabajo en la actualidad, de Acciona, de Viviendas Jardín y de Vallehermoso, entre otros), me presenté a los responsables de Caixa Catalunya - Procam y charlé gustosamente con los colegas Moises Ruiz y Carlos Lamana. Por último, acabamos la jornada tomando una cerveza, servida por la maravillosa Rayma, en el área de descanso del Salón.