Ayer volví al trabajo. He estado diez días de vacaciones. Siete con mis hijos en Calafell. Días de deporte, playa, siesta, paseo y cervezas. La verdad es que hemos estado tranquilos, como en casa no hay nada. Tal vez estos últimos siete días han sido la consecuencia de los tres primeros días de vacaciones. Nos fuímos con mi mujer (Yolanda) y con dos buenos amigos, Juan Antonio y Gloria, ¡sin niños!, al Hotel rural-spa Les Vinyes (en Vilardida, Alt Camp, un pueblo de ocho habitantes, a escasa media hora de Calafell. Podéis consultar la web del hotel http://www.lesvinyes.com/ para haceros una idea de las virtudes del lugar). Este maravilloso hotelito romántico regentado por Josep Ruiz y Manja cuenta con tan solo seis habitaciones, cada una diferente; restaurante con delicada comida de autor, hipica y zona de spa con piscina, jacuzzi, sauna, fitness y área de masajes y tratamientos.
Con capacidad máxima para doce personas, en Les Vinyes el relax y la paz están asegurados. Sinceramente fueron tres días magníficos, super relajantes y de total desconexión. Os recomiendo andar hasta el monasterio de Santes Creus (16 Km., ida y vuelta), el masaje-ducha vichy y disfrutar de la puesta de sol desde la terraza del hotel. ¡Ah! y, sobre todo, hacer mucho el amor, claro.
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