sábado, 29 de octubre de 2016

¡CONVIÉRTETE EN UN AGENTE GUAY!

"Si no eres una marca, serás una mercancía” 

Philip Kotler


La verdad es que anunciar pisos es aburrido. También es aburrido (y a menudo frustrante) llamar a desconocidos para pedirles que nos dejen vender sus casas. 

En cambio, fabricar herramientas de marketing, hacer eventos y dar charlas, es divertido. Y también es divertido (bueno, más que divertido, satisfactorio) que la gente nos venga a buscar cuando quiere vender su casa.

Ayer tuve una larga conversación con el Gerente de la central de franquicias de la red Look & Find Jorge Torrent sobre todas esas cosas que hacen que un inmobiliario sea reconocido y recomendado en su territorio.

Torrent ha tenido el detallazo de invitarme a la Convención de Look & Find que celebrarán en Madrid el 25 y el 26 de noviembre. En ella participarán expertos de primera división como Fernando García Erviti, Dionisio Escarabajal o Álex Rovira, entre otros. Y a mi (aunque me parece un pelín excesivo), Jorge Torrent me entrevistará el día 26 en directo durante el evento.

Como decía más arriba, ayer hablé con Jorge de los asuntos que quiere que tratemos en la entrevista. Fundamentalmente de la exclusiva, de la importancia capital de la actitud en el agente inmobiliario y de la recomendación.

Y hoy, mientras preparaba la presentación del taller El poder de la exclusiva que compartiré en Madrid el día anterior a la entrevista (o sea, el 25 de noviembre, ¡de locos!), en un evento que está organizando con mimo y dedicación mi amigo de Bon Lar Ignacio de Diego y en el que ya hay 117 inmobiliarios inscritos (¡Dios!), he dedicado unos minutos a reflexionar sobre porqué la gente nos recomienda.

Pues la gente nos recomienda porque tiene un buen recuerdo de nosotros. Y porque no hay nada más guay que recomendar productos, servicios o experiencias guais. Si vas al cine a ver un peli y sales encantado lo primero que haces es recomendársela a tus amigos. Lo mismo sucede si vas a un buen restaurante. Al salir, lo recomiendas a la gente de tu entorno. Cuando recomiendas algo guay te conviertes en guay, porque la gente te dice ¡qué guay la peli! o ¡qué guay el restaurante que me recomendaste! 

Y a eso se le llama moneda social.

El inmobiliario tiene que tener la obsesión de convertirse en guay. Y tiene que estar constantemente haciendo cosas para que la experiencia de sus clientes sea guay. Y para que sus clientes y la gente de su círculo de influencia y la gente de su comunidad y otros inmobiliarios digan: Habla con X, ¡es guay!


PD: ¡Qué guay ir a Madrid a compartir historias y experiencias con otros inmobiliarios!



   


3 comentarios:

  1. Lo que dices y como lo dices es guay.
    Espero algún día poder ir a unos de tus eventos, debe de ser GUAY

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  3. Pues es una esperanza guay, Gustavo :)

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