"Ahí donde está la infancia se encuentra la edad de oro"
Novalis
Tengo aficiones dominicales sencillas. Correr por la playa de Calafell, ir a tomar algo con mi familia y mis amigos y leer El País de los domingos. Hace un par de semanas leí en El País Semanal un artículo de Gabriel García de Oro sobre lo que podemos aprender si observamos a los niños.
Quince días después sigo dándole vueltas a esas lecciones infantiles y, antes de que se pierdan en los laberintos de mi memoria, he pensado escribir un artículo sobre lo mucho que nos pueden enseñar los niños. E incluso, de lo mucho que podemos reaprender del niño que sigue estando dentro de nosotros. Una edad de oro que llega un momento que olvidamos porque tenemos la mala costumbre de hacer algo que sólo deberían hacer las frutas, es decir, madurar.
1.- Vive el presente. No te agobies por pensamientos del pasado ni preocupaciones del futuro.
2.- No temas preguntar lo que no sepas y el "porqué."
3.- Asómbrate. Si pierdes la capacidad de asombrarte, pierdes tu creatividad.
4.- Pierde el miedo a caerte. los niños caen y se levantan continuamente.
5.- Y de mancharte también. Cuando se vive con total intensidad, el mundo salpica. Experimentar ensucia. Explorar ensucia. Es parte del aprendizaje.
6.- Libérate de lo nuevo. Los niños ven la misma película una y otra vez. Y libérate del incesante bombardeo que dice que lo nuevo es mejor.
7.- Sigue tu instinto. Elimina el cálculo de posibilidades, la duda constante, el qué pasaría si... En definitiva, la parálisis por el análisis.
8.- Siéntete orgulloso de tus logros. los niños saben felicitarse, estar alegres por las cosas que aprenden y celebran sus éxitos y los comparten con sus seres queridos. ¿Cuánto hace que no nos felicitamos a nosotros mismos?
9.- Expresa tus sentimientos. Los niños lloran en público o ríen a carcajadas, se entregan a sus emociones. Si necesitan un abrazo, un beso o un consuelo, lo piden; y así la vida es mucho más sencilla.
10.- Haz amigos. Hacer amigos es una cuestión de confianza, generosidad, espontaneidad... Cuando se es pequeño cuesta muy poco hacer amigos.
11.- Cree. Mantente despierto a lo desconocido, al misterio, a lo que no entiendes... aunque parezcas ingenuo, porque como dijo Roald Dahl, "el que no cree en la magia nunca la encontrará."
Sergi mil gracias por recordarnos lo que tenemos y que aun no hemos aplicado completamente en la vida.
ResponderEliminarMil gracias a ustedes por leer y comentar en este espacio. ¡A por la vida!
ResponderEliminarHermoso post amigo!
ResponderEliminarMe gusta que te guste, amigo mío!
EliminarEiiiii m'agrada i ho comparteixo...
ResponderEliminarPetons
Laura
Ei! Fes-ho còrrer, que tothom ho sàpiga. Zenkiu guapa!!!
ResponderEliminarEstupendas las lecciones que nos dan nuestros hijos sin darse importancia alguna ;)
ResponderEliminarEstás enganchado al blog!
Lo chulo de los blogs (de los que tienen la constancia de escribirlos y la suerte de tener algún que otro lector) es que perduran, como las lecciones infantiles ;)
ResponderEliminarPues muy cierto , vivimos en un mundo que nos acelera y dejamos escapar ese niño que existe en nuestro interior.
ResponderEliminarGrandes reflexiones,Gracias Sergi.
Gracias!!!
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