"El secreto del liderazgo es simple. Haz aquello en lo que creas. Pinta un cuadro del futuro. Ve allí. La gente te seguirá"
Seth Godin
En 2009 me propuse impulsar una MLS, o un proyecto de cooperación, entre los profesionales inmobiliarios de Calafell. Mucha gente me dijo, "¡Estás loco!" "¡Esto aquí es imposible!" "¡Te estrellarás!" Por suerte, o por cabezonería, no hice caso y seguí como un niño ilusionado y alocado hacia adelante porque, como dijo Mark Twain, "Un hombre con una idea es un loco hasta que triunfa."
Cuatro años después, AIC -la Asociación Inmobiaria de Calafell- es una realidad que ha transformado el mercado inmobiliario de la localidad y la forma de trabajar de mucho agentes inmobiliarios de mi pueblo.
Hace uno días leí en El País un artículo de Patricia Ramírez titulado "El decálogo del emprendedor." Del artículo me quedo con una idea. Las personas que dicen tener buena suerte se orientan hacia ella. Viven en un mundo plagado de oportunidades que ellos mismos fabrican y de las que participan. Las personas que creen en la suerte, de alguna manera, la atraen. Creen que la vida les va a sonreír y si se encuentran con alguien, generan un contacto; si van a una entrevista, se venden bien; si tienen una idea, indagan todo para llevarla a la práctica. Invierten más esfuerzo porque tienen claro que llegarán a su meta.
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