

El factor humano de John Carlin es uno de los libros que más me han impresionado en los últimos años y sigue impresionándome porque no dejo de releer algunas de sus páginas. Clint Eastwood trasladó ese libro fascinante a la pantalla y narró en imágenes lo que Carlin había escrito en la hoja en blanco y lo que (y aquí reside la magia) Nelson Mandela había imaginado y había creado: la comunión del pueblo sudafricano (blancos y negros) por una causa, vivir en armonía más allá del color de la piel.
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El pasado jueves 21 de octubre asistí en Madrid al Congreso Renovación Inmobiliaria organizado por AEFI y viví una comunión parecida, simbólicamente, a la de Mandela y su gente. La comunión de los agentes inmobiliarios españoles entregados a la causa de dar valor a su profesión, de compartir sus experiencias y sus conocimientos, sus virtudes y sus defectos con otros agentes inmobiliarios de otra marca, de otra piel. Porque la grandeza del ser humano es su capacidad de dar. Porque la grandeza del agente inmobilario español de 2010 es su inmensa capacidad de compartir sus conocimientos.


Durante el Congreso tuve una pequeña participación que me sirvió para verme reflejado en el espejo de los profesionales que tenía enfrente como Germán Rosas, Ángel Gómez, Luis Francisco Barón, José Luis Gutiérrez, Marisol Montalti, Juan Pedro Cabrera, Rivero, Rafa Tarajano. José Ignacio de Diego Alba, José Antonio Matallanos, Oliver Ariza, Fernando González, José Miguel Martínez, Rocío González, Poli, Dionisio Escarabajal, Marga Fernández, Daniel Codina, Manuel González, Miguel González, Javier Sierra, Víctor Vilar, Paqui Vaquero, Juan Haro, Miguel Rodríguez, Isidro Fernández, Carmen Vargas, José Juan Muñoz, Israel Guijarro, Mónica Soler, Montse Esteve, Juan A. Buil, Jordi Alari, Cristina Guasch, Ernest Soler, Ignacio Castillo... para verme reflejado en el espejo, decía, de los profesionales que tenía enfrente y darme cuenta de que nuestra profesión tiene un gran futuro por delante.
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A veces, como ocurrió en Sudáfrica, las crisis sirven para que el ser humano saque a relucir su extraordinario "factor humano."

PD: discuparme, por favor, los olvidos y "recordar: aprender y no hacer no es realmente aprender. Saber y no hacer no es realmente saber" (Stephen R. Covey, Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva). Y yo añadiría: saber y no compartir tampoco es realmente saber.