"La casualidad ha tirado en muchas ocasiones los dados conmigo"
Ferran Adrià
No soy formador, ni instructor, ni conferenciante, ni profesor... De hecho siento un gran respeto por la educación y por los educadores, porque pienso que la educación es uno de los motores fundamentales para que un país avance. Soy simplemente (simplemente, en mayúsculas y entre comillas) un agente inmobiliario de Calafell que pisa la calle a diario. Sin embargo, desde hace un tiempo, comparto -como máximo cuatro veces al año- el taller El poder de la exclusiva con otros inmobiliarios.
Debo tirar de mi memoria (con el riesgo que tiene confiar en la memoria) para recordar porqué doy charlas a mis colegas de profesión. Todo empezó, si mal no recuerdo, cuando Moisés Ruiz me invitó a dar una pequeña charla, sobre la cooperación y la exclusiva compartida, a la MLS ACTIVAT de Barcelona. Allí nació el título El poder de la exclusiva (porque, como le escuché decir a Fernando García Erviti, las cosas que no tienen nombre, no existen). Antes había tenido alguna pequeña participación en Renovación Inmobiliaria y en Inmociónate. Después de la breve experiencia de Barcelona, hice la presentación de la MLS AICAT Garraf y, a posteriori, compartí en Sitges -ya durante varias horas- el taller El poder de la exclusiva.
Unos meses después, Javier Rocher y Vicente Tito Beltrán, me invitaron a ir a Gandía y a Valencia. Y entonces, de casualidad, no sabría explicar porqué, empezó la vorágine. Bueno, como dice un amigo mío -Miquel F. Pachá-, más inteligente que yo (aunque eso no tiene mucho mérito), soy una bola que me lleva. Es decir, que, sin saber muy bien porqué, me veo enfrascado en la gran responsabilidad de hablar de la exclusiva, de la cooperación, de la recomendación o de la marca personal, a gente que tiene el mismo oficio que yo y que, en muchas ocasiones, saben mucho más que yo de esas cosas.
Estuve en Laredo, en Barcelona, en San Sebastián, en Torrevieja, en Sevilla, en Alcalá de Henares, en Badajoz, en Valladolid, en Málaga y en Valencia de nuevo.
Me encanta viajar, conocer a nuevos colegas de profesión, aprender de ellos y compartir mis historias. Pero, como decía al principio, solo quiero hacerlo -como máximo- cuatro veces al año. Por varios motivos. Para no repetirme, para no hacerme pesado, para tomármelo con la pasión de la primera vez y sobre todo sobre todo porque lo único que puedo compartir es mi experiencia diaria como agente inmobiliario y, si dejo de estar con mis clientes, corro un gran riesgo de convertirme en un charlatán. Y eso no sería casualidad, sería absolutamente culpa mía.
Próximas estaciones de El poder de la exclusiva, Badajoz en abril, Zaragoza en septiembre, Tenerife en noviembre y Sevilla en enero de 2017.
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