sábado, 5 de noviembre de 2016

DETRÁS DE CADA VENTA HAY UNA HISTORIA

"Para saber hablar es preciso saber escuchar"

Plutarco


A.C. viaja hasta un pueblo cerca del monasterio de Montserrat y le dice a una inmobiliaria que quiere vender una casa en Calafell. La inmobiliaria, honestamente, le dice que no le puede ayudar a vender una casa en Calafell porque le queda a decenas de kilómetros y porque no conoce ese mercado, pero que conoce a un agente de Calafell que seguro que la podrá ayudar.

Me pone en contacto con A.C., la llamo y la cito en ImmoBan.

Lo primero que le digo es que si ha ido a Montserrat para vender una casa en Calafell me tiene que contar su historia.

Y me la cuenta.

Hace un año decidió vender la casa de su madre enferma porque la había tenido que ingresar en una residencia porque ella sola ya no la podía cuidar. Además, me confiesa que se encuentra en el paro y que las está pasando canutas para pagar su hipoteca, ayudar a su mamá en el pago de la residencia y vivir, un poco. 

Y continúa. Hace un año firmó un contrato en exclusiva de seis meses con una agencia al precio de venta que ella consideró y que la agencia aceptó. La cosa fue fatal. Cuatro visitas en seis meses y cero ofertas. Escamada con la exclusiva, bajó un poco el precio y lo intentó ella sola y con la ayuda de una amiga que "trabaja desde casa". Resultado, de nuevo, nefasto. Y otra vuelta de tuerca. Hace tres meses bajó, a su criterio, de nuevo el precio y se lo dejó a tres inmobiliarias sin exclusiva. No recibe llamadas y semanalmente se dirige a las tres agencias para preguntarles cómo va la venta. Al final, desesperada, viaja a Montserrat (¿en busca de un milagro?) para intentar que una inmobiliaria de la provincia de Barcelona le venda una casa en Calafell.

Cuando A.C. termina su historia, le cuento la mía.

En los últimos años he conocido a muchas personas que han ido dando tumbos por carreteras secundarias, repletas de curvas, intentando sin éxito vender su casa. Pero también he conocido a muchas otras que han viajado por una autopista y han vendido su casa en menos de 90 días. Para ello han buscado a un buen agente inmobiliario local, conocedor a fondo del mercado, con herramientas, con equipo, con bases de datos de compradores, con acciones de marketing potentes, con acuerdos de cooperación con otros inmobiliarios locales y, cómo no, comprometidos con las historias de sus clientes. Cuando han dado con uno de estos inmobiliarios, se han dejado asesorar respecto al precio y las condiciones y han iniciado un viaje relámpago hacia la venta de su casa.

El lunes 14 de noviembre he quedado con A.C. de nuevo. Creo que juntos cambiaremos el rumbo de esta historia.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario