El 27 de septiembre haré la tercera parada de la gira 2019 de El poder de la exclusiva en Santiago de Compostela.
Cuatro veces al año comparto este taller, en el que durante cinco horas cuento la historia de un inmobiliario y mi forma de ver, de entender y de vivir mi oficio.
Nunca he estado en Galicia. Algunos de mis amigos inmobiliarios gallegos me dicen que allí los consumidores son distintos, que las personas en Galicia son diferentes, como si en función de dónde te tocara nacer tuvieras, de origen, un ADN distinto. Es curioso, esto me suena haberlo escuchado en otros lugares a los que he ido. En alguna ciudad he oído a inmobiliarios decir, "aquí la gente no deja su casa en exclusiva porque son muy orgullosos". Y en otra ciudad escuché, "aquí la gente no deja las llaves de su casa a un inmobiliario porque son muy desconfiados".
Cuando oigo que en Galicia las personas son distintas, pienso que esto me suena.
Mi experiencia me dice que, ciertamente, las coyunturas de los mercados pueden variar, pero que en todas partes hay gente "orgullosa" y gente no tan orgullosa y que en todas partes hay gente "desconfiada" y gente no tan desconfiada. Y también me dice, que en todas partes hay inmobiliarios que se atreven a trabajar solo en exclusiva y a tener llaves de las propiedades y que en todas partes hay inmobiliarios que no se atreven a trabajar solo en exclusiva ni a pedir las llaves de las casas a sus clientes.
En septiembre iré a comprobar si es cierto que los inmobiliarios gallegos y los habitantes de Galicia son diferentes. Tengo mis dudas.
De lo que no tengo duda es de que en todas partes la gente está un poco cansada de los buenos profesionales, la gente se aburre con los buenos profesionales, porque lo que quiere la gente es trabajar con buenos profesionales que además hagan cosas extraordinarias. La gente quiere agentes en los que confiar ciegamente, la gente quiere agentes que se comprometan, agentes que cuiden los detalles, agentes que les digan la verdad, agentes que solucionen incidencias, agentes que les mantengan informados y agentes que les muestren las ventajas de la exclusiva y las ventajas de dejar las llaves. Esas llaves que abren las puertas de la confianza. Eso es lo que quiere la gente.
Dáselo!!
Soy el sordo eco de lo inconsciente, la voz del alma que da poder a la palabra.
ResponderEliminarLa palabra tiene sonido, suena y resuena en las mentes de los demás;
palabras dulces, palabras templadas, palabras que alimentan egos, deseos, sueños. Hay palabras vacías en bocas que repiten lo mismo sin cesar, sin sentir la esencia que contienen... la palabra es la idea expresada, pero no sólo eso, sino que contiene la expresión del sentir (querer ser seguro, querer sentir seguridad, querer transmitir seguridad y que los demás te vean y sientan como alguien seguro de sí mismo, eso, eso no es suficiente, porque "cuando quieres es que no eres y nunca puedes transmitir lo que no eres ni sientes". Tal eres, tal te conduces, porque en definitiva lo que define es la conducta.
Hay llaves maestras que abren puertas (eso hay que dejárselo a los cerrajeros), es mejor ser el Maestro de las Llaves, así consigues abrirte al mundo.
Gracias por permitir participar en tu blog.
(Soy del sector, de por aquí, trabajo por libre... no nos conocemos. Casualmente me hablaron de este blog y no pude evitar deslizar mi aire por las arterias para llenar el pulmón.)
Encantada de leerte.
Gracias!!!
ResponderEliminar