sábado, 12 de mayo de 2018

LA CONEXIÓN HUMANA


En lo que va de año, 31 de mis clientes han vendido su piso o su casa de Calafell. Algunos pensaron que era imposible hasta que conocieron los secretos de la conexión humana, del trabajo en equipo y del ir al límite en el esfuerzo y en la intención.

Trabajo solo con vendedores recomendados. Es decir, con familias o empresas que quieren vender su vivienda o sus viviendas de Calafell y que llegan a mí por algún camino vinculado a la recomendación o a la repetición: clientes que repiten, clientes que me recomiendan, gente de mi círculo de influencia, gente de mi comunidad que busca asesoramiento o me recomienda a otros, el marketing de immoban o mi marketing personal o la recomendación de agentes inmobiliarios de otras zonas, son algunos de los caminos por los que la gente me viene a buscar en busca de asesoramiento para vender su o sus propiedades. 

Mi misión es ser un referente local para que todas aquellas familias y empresas que toman una decisión tan trascendental, en su vida económica y hasta en su felicidad, como es vender o comprar un inmueble, lo hagan acompañados, con seguridad, con eficacia y sin estrés, y quedar para siempre en su memoria para que hablen de mí, repitan y me recomienden.

¿Y cómo se logra cumplir esta misión? 

Creo que uno de los secretos reside en la conexión humana. Con la experiencia de los años en el oficio he detectado que a las personas no les interesa demasiado que les hable de estudios de mercado o de planes de marketing. Lo que verdaderamente les interesa es confiar en un agente inmobiliario. Eso es lo que les importa, eso es lo que les preocupa: dejar un bien tan preciado, material y emocionalmente, como es la venta de una propiedad en manos de alguien en quien confían. No hay más.

Y para lograr ganarte la confianza de las personas tienes que conectar con su historia y que ellos conecten con la tuya. A la gente le cuento historias relacionadas con mi oficio, con Calafell y con ejemplos de otras personas que antes confiaron en mí. Y, a la vez, me intereso por su historia. Por cómo han vivido en la casa que quieren vender, por el tiempo que han estado en Calafell o por las personas que conocen y que, habitualmente, yo también conozco. Esto me interesa mucho más que los metros cuadrados, que el precio del metro cuadrado o que el número de habitaciones, porque la verdad es que paso olímpicamente de los metros cuadrados. Los únicos metros cuadrados que me interesan son los que me acercan a mis clientes.

O estás irremediablemente preparado para conectar rápida e intensamente con otros seres humanos o eres un ladrillo. 

Esto es lo que simboliza el logo de la gorra que aparece en la foto que encabeza este artículo. El poder de la exclusiva es el poder de la conexión humana. 

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