"La meta de un inmobiliario no es vender, sino ser recomendado"
Pere Maymi
A finales de julio me llamó Marc Granados de MBG Real Estate, una inmobiliaria de Barcelona, para contarme que una clienta suya de mucha confianza tenía un amigo que quería vender una casa en Segur de Calafell y que había pensado que, tal vez, Marc le podría ayudar. Marc, con una honestidad brutal, le dijo que él no podía ayudar a ese señor a vender en Calafell, pero sí que podía ponerle en contacto conmigo.
Marc me llamó, me conto el caso y se ofreció, amablemente, a acompañar a su clienta y al amigo de su clienta para presentármelos y para que yo les dijera qué posibilidades tenía de vender su casa.
Quedamos al cabo de un par de días en casa de M.C. La ví, le conté algunos detalles de mi forma de trabajar y del proyecto de cooperación que tenemos los inmobiliarios de Calafell y le dije lo que valía su casa. Todo le pareció interesante y el 2 de agosto quedamos para frmar un contrato de exclusiva compartida y para que me entregara las llaves y la documentación.
Pero yo me había guardado un as en la manga. Cuando quedé el 2 de agosto con M.C. le dije que si vaciabamos la casa (puesto que había sido durante muchísimos años la casa familiar y, como es normal, estaba llena de cachibaches) y con mi compañera interiorista y fotógrafa Laura Bejarano le hacíamos un pequeño home staging y un buen reportaje fotográfico, tenía la intuición que podríamos fijar un precio de venta, entre 5.000 y 6.000 euros, superior a mi valoración.
M.C., también con una honestidad brutal, me contestó que él confiaba en mi valoración y que no era necesario poner un precio superior a la misma. Aún así, yo insistí y él se dejó asesorar.
Esa semana del 2 de agosto fuímos a la vivienda M.C., Laura y yo y durante unas horas la vaciamos, la decoramos e hicimos las fotografías.
El 7 de agosto la casa de M.C. salió al mercado con todo su esplendor y con la máxima difusión de la oferta al compartir el encargo con las agencias de la Asociación Inmobiliaria de Calafell. Inmediatamente tuvo visitas continuadas y ofertas. De nuevo le dije a M.C. que no aceptara las ofertas porque, con el ritmo de visita que llevábamos, confiaba en venderla al precio de salida. Y así fue, el 16 de agosto (nueve días después de ponerla en venta) una agencia de AIC nos presentó a un comprador dispuesto a pagar el precio y a hacerlo al contado.
El pasado lunes, 18 de septiembre, acompañé a M.C. a la Notaría de Calafell a hacer la venta. Lo ví muy contento, yo también lo estaba; porque, como dice Maymi, la meta de un inmobiliario no es vender, sino ser recomendado. Espero sus recomendaciones, M.C. ;)
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