sábado, 15 de abril de 2017

PACTO DE SILENCIO

"Eres esclavo de tus palabras y dueño de tus silencios"

Proverbio árabe


L.P. (las iniciales son inventadas), uno de los mejores deportistas de la historia del deporte español, me encarga la venta de su apartamento de Calafell. Su padre (clavado fisícamente) actúa en su nombre por poderes. Le ayudo a fijar el precio más adecuado, me contrata, preparo un plan de marketing y uno de comunicación, vendemos el apartamento y no le pregunto por su hijo ni al salir de la Notaría. Me limito a hacer mi trabajo y a que venda lo antes posible, por el mejor precio posible, con seguridad y sin estrés.

A.R. (las iniciales son inventadas) me encarga la venta de un piso que la familia ha recibido en herencia y me cuenta una historia familiar compleja. Guardo silencio y hago las gestiones necesarias para vender la vivienda y que cada miembro de la familia reciba la parte económica que le corresponda evitando peleas y más discordancia.

J.P. y E.M. (las iniciales son inventadas) se separan de un modo traumático. Uno de ellos me cuenta la historia y la necesidad de vender la casa de Calafell. Hago de mediador con la otra parte. Ponemos la casa en venta, mantengo a las dos partes informadas por separado en todo el proceso de comercialización, vendemos y cada uno recibe su parte sin que haga falta ni que se vean el dia de la firma.

La discreción, la confidencialidad y un pacto de fe con mis clientes son claves fundamentales para ser un agente inmobiliario en el que confiar porque, como dice el Juramento Hipocrático de los médicos, 
"Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deba ser público, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas.
Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjuro".

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