sábado, 11 de abril de 2015

UNA CLAVE DEL ÉXITO

"El éxito proviene de la realización de pequeñas y simples acciones importantes realizadas cada día"

Xesco Espar


De vez en cuando me llaman colegas de otras zonas para que vaya a contarles mis experiencias. Siempre les recalco, para que no haya confusiones, que no soy formador ni profesor; que soy un agente inmobiliario como cualquiera de ellos y que lo único que puedo hacer es compartir mis recetas, como hacen los cocineros con otros cocineros. Y juntos aprender, unos de otros. 

El 24 de abril voy a Alcalá de Henares a compartir con el equipo de la inmobiliaria P.S. Complutense el taller El poder de la exclusiva. Ahora, mientras finalizo la semana laboral, estaba dándole una vuelta a qué cosas puedo contarles a los inmobiliarios de Madrid que les puedan ser útiles y motivadoras y he recordado una escena del libro Herr Pep de Martí Perarnau que me impactó por su contundencia inspiradora y por la confianza que desprende hacia los deportistas. 

La historia es, más o menos, como sigue:

Hace unos meses leí un libro -Herr Pep- sobre el entrenador de fútbol Pep Guardiola durante su primer año como entrenador del Bayern de Munich, y recuerdo algo apasionante. Su primera final fue contra el Chelsea de Mourinho. Llegaron a la tanda de penaltis. En ese momento, de alta tensión, previo a los penaltis, Guardiola se acercó a los jugadores y al cuerpo técnico y les dijo, “chicos, os voy a contar una historia. Yo no sé tirar penaltis. No he tirado ni uno solo en mi vida. Pero aquí está el señor que mejor ha tirado los penaltis del mundo”, les dice.

Y señala a su izquierda. “Es Manel Estiarte [uno de sus hombres de confianza]. Manel ha sido uno de los mejores jugadores de waterpolo del mundo. Lanzaba los penaltis como nadie. Ha tirado centenares. Pensad que el waterpolo es como el fútbol: se marcan cuatro de cada cinco lanzamientos. ¡Y Manel los metía todos!”

El ambiente es silencioso. Los jugadores sonríen. “De Manel y los penaltis he aprendido dos cosas. Escuchadme bien. Son las dos únicas cosas que tenéis que hacer ahora. La primera: tenéis que decidir ya por dónde tiraréis el penalti y no cambiarlo por nada del mundo. Y la segunda cosa: repetid mil veces que vamos a marcar gol. No dejéis de repetirlo desde ahora hasta que hayáis chutado. No tengáis miedo y no cambéis de opinión.”

Y Pep añadió. “Chicos, no hay lista de lanzadores. Lanzad los que queráis. Todos marcaréis gol. Elegid vosotros. ¿Quién quiere tirar?”

Cinco jugadores se ofrecen para tirar. ¿Y el orden de lanzamiento? “Elegid vosotros mismos. Como queráis vosotros. El orden que os guste y en el que os sintáis más cómodos. No importa: marcaremos gol en cada chut.”

Los cinco marcaron y el Bayern ganó el único título que no poseía.





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