Cuando alguien me viene a buscar porque quiere vender una casa en Calafell, siempre le hago una serie de preguntas. No en plan interrogatorio, no vayan a pensar. Hago preguntas para conocer y hago preguntas que me permitan posteriormente asesorar.
Una de las preguntas es: ¿Está trabajando con algún agente inmobiliario o ha trabajado con algún agente inmobiliario?
Cuando la respuesta es sí, vuelvo a preguntar: ¿Y cómo ha sido la experiencia?
La respuesta más frecuente es ¡No me llaman nunca!
Y entonces les digo ¡Yo le llamaré cada semana! Que le parece los jueves a las 19:00 horas, ¿Va bien? Y cada jueves a las 19:00 horas suena su teléfono. Le llama su agente inmobiliario.
La falta de contacto permanente con los vendedores es un problema por dos razones principales. Una, porque si los vendedores no están informados tienen más dificultades o más riesgo de error cuando llegue el momento de tomar decisiones. Y dos, porque si no mantenemos contacto con los vendedores, van a pensar que no estamos haciendo nada, aunque sí lo estemos haciendo.
Una familia vende una casa una vez en la vida, tal vez dos veces y, en algunos casos excepcionales, tres o más veces. Ellos no saben cuál es la labor del inmobiliario. De hecho, pueden pensar que nuestro trabajo es enseñar casas, cuando esa es la parte para la que somos menos importantes.
A mis clientes se lo cuento todo. Prefiero que sobre que no que falte. Cuando han decidido vender su casa de Calafell, cuando hemos preparado una estrategia de precio y hemos acordado las condiciones del contrato, les cuento la importancia fundamental de revisar toda la documentación de la vivienda, de pedir una nota en el Registro de la Propiedad, de tramitar la documentación que nos pueda faltar y de solucionar alguna incidencia si la hubiere. También les cuento que hoy es fundamental preparar la casa para la venta y hacer un reportaje fotográfico profesional y luego les muestro los resultados de la preparación de la vivienda y cómo han quedado las fotos. Les mando muestras de anuncios de su propiedad, muestras de las cartas que he entregado a los vecinos y muestras de otros elementos de marketing que hayamos preparado. Después, cuando iniciamos el proceso de comercialización, les mantengo informados de los resultados de mi plan de marketing, de si hay llamadas, de si hay visitas, del resultado de las visitas y, lógicamente, de si hay ofertas. Y así un largo etcétera hasta que llegamos a la Notaría y más allá.
Si no les contara las cosas que hago, quizás, podrían pensar que mi trabajo es enseñar casas o, aún peor, quizás podrían pensar que no estoy haciendo nada. Y de eso nada.
Si no decimos cada cosa que hacemos, difícilmente podrán verlo. Acciones y contacto con los propietarios viendo cada resultado de las mismas, es la forma de que nuestro trabajo se considere y de contar con la colaboración de la propiedad en el buen fin que nos une... Gracias Sergi por todo lo que nos enseñas a diario!!
ResponderEliminarMuy buen comentario, Isabel, muchas gracias a ti ;)
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